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León Tolstoi: el anarquista cristiano. He aquí uno de los más raros e ilustres ejemplos de aristócrata revolucionario, aunque pacifista. Hijo de unos poderosos terratenientes rusos, quedó huérfano de padre y madre a los nueve años.Unos parientes se ocuparon de su educación, siempre en estancias perdidas entre bosques, en medio de grandiosos espacios abiertos, pero a cargo de los mejores profesores particulares. León Tolstoi había nacido en Tula hacia 1828 y moriría en 1910, a los ochentaydos años, en Riazan. En 1844 se inscribió en la Universidad de Kazan, donde estudió lenguas orientales y derecho. Pero abandonó las aulas tan sólo tres años después y fueron necesarias las más altas influencias familiares para obtener el título: su estancia en Kazan parece más determinada por el vodka, las aventuras amorosas, el juego, los bailes y las peleas, que por la aplicación al estudio. Tras esta época de estudiante díscolo, el conde León Tolstoi regresó a sus posesiones en Yasnaia. No había perdido un resto de fé religiosa y se sumerge entonces en la lectura de la Biblia, que simultaneaba con los libros del revolucionario suizo Rousseau. Con estas dos influencias en su ánimo puso en práctica algunos experimentos de alfabetización y reforma agraria con los numerosos campesinos de su servidumbre. Pero pronto siente la necesidad del gran mundo y viaja de vez en cuando a San Petersburgo o Moscú, donde frecuenta los ambientes mundanos y los círculos literarios. En 1852 se enrola voluntario en el ejército y participa en algunas operaciones militares en el Caucaso e interviene como oficial de artillería en la Guerra de Crimea, participando en grandes batallas (de cuya experiencia dan expresión las "Relatos de Sebastopol" (1855-1856). Por esas fechas había ya publicado casi media docena de libros y a su regreso a San Petersburgo es aclamado como uno de los autores más significativos del momento. Durante tres años, entre 1857 y 1860, viajó por el extranjero: Alemania. Francia, Italia y Suiza. En París pasó una larga temporada. A su regreso reanudó los antiguos proyectos de acción pedagógico-social y creó en su pueblo natal una escuela basada en la libre expresión del niño y fundó la revista mensual "Yasnaia Poliana", desde donde expuso sus ideas pedagógicas. "El estudiante -decía Tolstoi- está en su derecho de rehusar las formas de educación que no satisfagan a sus instintos, ya que la libertad es el único criterio". En la escuela de Tolstoi, la enseñanza era completamente gratuita, los niños podían entrar y salir del local cuando quisieran y no se les sometía a ningún castigo, por pequeño que fuese. Tolstoi fundó varias escuelas de este signo en los contornos de sus posesiones, escuelas que funcionaron durante algunos años, hasta que fueron cerradas por el gobierno zarista. Entonces se sumergió en la creación literaria, dedicándose casi por completo a la escritura de novelas que hoy se consideran entre los mayores logros de la literatura mundial de todos los tiempos. Su matrimonio con Sofía Andreievna Bers, en 1862, le procuraría una serenidad y estabilidad de ánimo sin las cuales no hubiese podido entregarse a sus tareas de escritor: "Los cosacos" (1863), "Guerra y Paz" (1865-1869) grandiosa panorámica de la vida rusa en tiempos de la invasión napoleónica y algunos otros títulos que fueron publicados en forma de seriales. Después de una larga y penosa enfermedad de su esposa y de la muerte de dos de sus hijos, bajo la presión de fuertes tensiones internas, terminó y publicó "Ana Karenina", otra de sus grandes obras (1876-1877). Insatisfecho con el "arte" en sí, León Tolstoi volcó su interés en los problemas religiosos y morales. El lector de Shopenhauer y de los revolucionarios franceses, padec e una gran crisis espiritual de la que da cuenta en su libro "Confesión" y, creyéndose investido de la misión de propagar la verdad descubierta tras su propia conversión (Tolstoi redescubre el cristianismo bajo una óptica muy personal) publica numerosos panfletos y ensayos polémicos, con títulos como: "En qué consiste mi fé", "La Iglesia y el Estado", "Sobre la v ida", "La doctrina cristiana", "El reino de Dios está en vosotros" o "¿Qué es el arte?", donde Tolstoi fustiga a los más grandes músicos y pintores por no haber compuesto sus obras para el pueblo... Finalmente la publicación de su novela "Resurrección" en 1899 (una crítica integral de las instituciones de la Rusia zarista), provocó la excomunión del escritor por el Santo Sínodo en 1901. En los últimos 20 años Tolstoi había vivido como uno cualquiera de sus campesinos: participaba en las tareas del campo, vestía con las mismas ropas que sus siervos, cazaba en su compañía como uno más y él mismo se fabricaba su propio calzado. Hizo numerosos intentos de repartir sus tierras, pero su mujer siempre consiguió impedirlo. Hasta que el 10 de noviembre de 1910 se escapó de su casa con la ayuda de un doctor amigo suyo, que compartía sus mismos ideales y pocos días después murió en una olvidada estación de ferrocarril, en Astápovo A lo largo de toda la obra de Tolstoi, los ataques a la Iglesia Ortodoxa, los alegatos contra la guerra y la pena de muerte, así como los ataques a la propiedad privada son numerosos. León Tolstoi se convirtió en el teórico de la "no resistencia al mal" y de una nueva concepción de la vida: una cierta clase de cristianismo interpretado como una religión ética, sin dogmas, basada en la repulsa a la violencia y en el amor como ley universal (en el sentido de un cierto panteismo): es lo que se ha dado en llamar "tolstoyismo". "Soy, sencillamente, anarquista cristiano y, por lo mismo, aborrezco tanto a la autocracia como al comunismo, pues tan despótica es la una como el otro. Sólo hay un libro cuyos principios podrían hacer la felicidad de todos los pueblos y este libro es el Evangelio". DEDALUS. |